El alternador está formado por:
- ·
un rotor
- ·
un estátor o núcleo de seis fases
- ·
un puente de diodos o rectificador
- ·
un regulador de tensión
- ·
dos escobillas
El
rotor: formado por un electroimán que recibe corriente desde
el regulador a través de las escobillas, que tocan sobre unos anillos rozantes.
Este electroimán produce un campo magnético que afecta a las bobinas del
estátor.
El estator:
formado por tres bobinas desfasadas 120 grados. Cada una de estas bobinas
recibe el campo magnético creado por el rotor. Como el rotor gira, este campo
magnético es variable, creando en las bobinas del estator una fuerza electromotriz
(tensión de corriente alterna).
El
puente de diodos: la tensión alterna que genera el estator no
se puede enviar a la batería, ya que
esta trabaja con corriente continua. Para convertir la corriente continua en
corriente alterna se emplean unos diodos colocados tal y como muestra el
siguientes esquema eléctrico. Este conjunto de diodos forma el puente de
diodos.
El
regulador de tensión: Si el rotor gira más rápido su campo
magnético sufrirá más variación, y por lo tanto se inducirá en el estator una
fuerza electromotriz mayor. Recordemos que el rotor gira más o menos rápido en
función de las revoluciones del motor de combustión. Para regular la tensión
que el alternador aporta a la batería, independientemente de la velocidad de
giro del rotor, se emplea el regulador de tensión. Se trata de un circuito
electrónico que limita la tensión que sale del puente de diodos hacia la
batería. Parte de esta tensión es aprovechada para realimentar a la bobina del
rotor, una vez que el alternador está funcionando.
Las
escobillas: pueden formar parte del regulador de tensión o pueden ser
independientes (unidas al regulador por el correspondiente cable). Ellas tocan
sobre los anillos rozantes dando así tensión a la bobina del rotor. Esta
tensión viene del regulador de tensión.
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