Un cargador de baterías es, en realidad, un
transformador. El cargador se enchufa a la red eléctrica, que como sabemos
funciona a 220V de corriente alterna, y transforma esa tensión en 12V de corriente
continua, que es a la que queremos cargar las baterías. Para cargar una
batería, después de haberla diagnosticado correctamente (ver el post sobre
diagnosis de baterías) debemos conectar el positivo del cargador al positivo de
la batería y el negativo del cargador al negativo de la batería. Debemos
conectar el cargador a la red eléctrica (enchufe) y seleccionar qué tipo de
carga vamos a realizar. En primer lugar elegimos la tensión de nuestra batería
(6, 12 o 24V) y después la intensidad a la que realizaremos la carga.
Para elegir la intensidad debemos conocer la
capacidad de la batería. Una carga lenta es lo más recomendable, que se
realizará a una intensidad del 10% de la capacidad de la batería. Por ejemplo,
si la capacidad es de 45 Ah, cargaremos la batería a 4,5 A. Tardará, por tanto,
10 horas en cargarse totalmente.
Para realizar la carga de una batería
debemos tomar algunas precauciones:
- No dejar la batería cargando más tiempo del debido.
- Abrir, si es posible, los tapones por los que podrán salir los vapores del electrolito. En caso contrario podría explotar la batería. Como ya dijimos en clase, las baterías que no tienen tapones cuentan con un sistema de ventilación automático.
- La temperatura del lugar donde realizo la carga de labatería no debe ser alta. Tampoco debe recibir luz solar.
- Es muy importante realizar la carga en un lugar con la correcta ventilación, ya que los gases que emanan de la batería durante la carga pueden resultar peligrosos.
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